viernes, 25 de junio de 2010

*Acechanza y asechanza

Gazapos y tropezones

Manuel Corrales Pascual

De la Academia de la Lengua


Vocablos que, como tantos otros, nos resultan problemáticos a los seseantes. Entretengámonos hoy con estos dos existentes en nuestra lengua, pero de ortografía y significación diferentes.

Veamos los verbos: Acechar (¡con "c"!). Viene del latín assectari, que significa seguir, perseguir. De ahí su significado en nuestra lengua: "Observar, aguardar cautelosamente con algún propósito"; derivan: (1) acechadera y su masculino acechadero: "acción de acechar reiteradamente", (2) acechadero (como masculino y referido a lugar o sitio): "sitio donde se puede acechar", acechador o acechadora: persona que acecha, (3) las expresiones, giros o locuciones adverbiales al acecho, de acecho, en acecho, significan "observando y mirando a escondidas y con cuidado". Un ejemplo de Quevedo (1580-1645): "… perpetuo vocinglero del tanto más cuanto, anda acechando logros", El mundo por dentro.

Curiosamente, el diccionario académico no registra el nombre acechanza; por ello, le hemos puesto delante el asterisco (*).

Asechar (con "s") viene del verbo latino assectari, en su significación de "ir al alcance de alguien". El nombre asechanza sí se registra en el diccionario académico. Su significación es "engaño o artificio para hacer daño a alguien". Cito un ejemplo de otro clásico de las letras hispánicas, don Gonzalo de Céspedes y Meneses (1585-1638). En sus Historias peregrinas y ejemplares (1623), en el capítulo VI, leemos: "Doña Elvira… miró por sí y por las asechanzas y encantos suyos…". Aquí, asechanza significa "los hechizos que se hacen encubiertos" (Covarrubias).

Pintura de: Vanessa Carolina Balleza Añez, tomada del blog gianna

Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec Quito, Ecuador

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