sábado, 31 de agosto de 2013

¿Qué norma acoge la escritura con minúscula en nombres de instituciones o marcas?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Por su característica de nombre propio, las denominaciones de las instituciones deben escribirse con mayúscula inicial, ya sea que se incluyan en un texto específico como una carta, un oficio, un memorándum, etc., o constituyan un letrero o un logotipo.

Pero como en el ámbito publicitario no solo es importante la información sino también la tipografía y la estructura, para presentar y difundir el mensaje es común el empleo de recursos especiales (tipográficos y lingüísticos) con el fin de cautivar a los posibles lectores o compradores.

En estos sectores suele usarse letra minúscula en palabras en que las normas recomiendan mayúscula (o viceversa). Ejemplos: pepsi, ministerio de educación, adidas.

Sin cumplir con la norma ortográfica, también se combinan letras mayúsculas y minúsculas en una misma palabra; incluso, se omiten los espacios de separación para construir nombres, generalmente, marcas comerciales. Así, algunos logotipos se forman con minúscula inicial (función de prefijo) y con mayúscula en la segunda letra. Ejs.: NetworkRail, SuEmpresa, eVentas, iPod. La Ortografía de la lengua española (2010) indica que «en todos estos casos, las mayúsculas internas marcan la frontera entre los distintos componentes del nombre».

En el campo del diseño gráfico, asimismo, suelen obviarse las tildes y los signos de puntuación. Este recurso se emplea con fines propagandísticos para resaltar determinados vocablos o frases.

Estas grafías, que se alejan de la normativa, son aceptables en la construcción de logotipos o marcas comerciales. Se recomienda que cuando se usen en otros contextos se ajusten a la escritura formal. Por lo tanto, estas particularidades no son apropiadas para los textos epistolares, periodísticos u otros escritos formales, a no ser que en ellos se quiera reflejar exactamente la grafía de un logotipo o marca comercial.

Aunque en la Ortografía se registran estos usos como admisibles en los campos de los publicistas y diseñadores gráficos, también en esta obra académica se hace un llamado a la reflexión para que no se abuse de estos recursos expresivos, y se resalta que su empleo frecuente puede causar confusión e, incluso, inseguridad entre los hablantes con respecto a la norma ortográfica.

Por las razones que anteceden, en la Ortografía se recomienda que se examine con cuidado si el efecto que se pretende obtener justifica el posible daño que se pueda causar a la herramienta lingüística.

Chiita y chiismo se escriben sin tilde
Los hiatos formados por vocales iguales (cerradas o abiertas) deben cumplir con las normas generales de acentuación.

Las palabras chiita y chiismo tienen la mayor fuerza de voz en la penúltima sílaba; por lo tanto, son llanas y no se tildan porque terminan en vocal.


FUENTES: DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS (2005) Y ORTOGRAFÍA DE LA LENGUA ESPAÑOLA (2010), DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA.
Pintura de: Johanna Harmon, tomada del blog TODO POR EL ARTE 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador

jueves, 29 de agosto de 2013

Y el Perú...

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
De la Academia Ecuatoriana de la Lengua
Ya hemos comunicado a nuestros caros lectores lo principal de la doctrina gramatical sobre los nombres de ciertos países (el Ecuador, el Perú, el Canadá, los Estados Unidos, la India, el Líbano, el Perú, etc).

Y hemos recapitulado los tres puntos fundamentales de tal doctrina: Primero, que el uso del artículo delante de los nombres de esos países es opcional: se lo puede usar o no. 

El uso depende de la preferencia de los hablantes. Por ejemplo, los ecuatorianos preferimos hablar del Ecuador, decir que estamos en el Ecuador, etc. Es decir, preferimos mayoritariamente usar el artículo delante del nombre de nuestro país. 

En cambio, muchos extranjeros —incluso hispanohablantes— prefieren nombrar a nuestro país sin el artículo, y dicen (y escriben), por ejemplo: Estuve en Ecuador, Ecuador es un bello país, Voy a Ecuador, Vengo de Ecuador, etc., etc.

En segundo lugar, es muy importante tener en cuenta lo que nos dicen los expertos: el artículo, en el caso de estos países, NO forma parte del nombre, y por consiguiente debe escribirse con minúscula.

Hay, sin embargo, otros topónimos; es decir, nombres de lugares (o de países en nuestro caso) que no admiten que les preceda el artículo EL o LA: Iremos a Chile, Han vuelto de Egipto, No conozco Noruega.

Nota histórica curiosa: en algunos escritos hispanos del siglo XIX no es raro encontrar ciertos nombres de países precedidos extrañamente del artículo (La Francia, La España…).

Recomendación de los académicos: Para saber qué nombres de países admiten el uso opcional con artículo, puede consultarse el Apéndice 5 del Diccionario panhispánico de dudas: Lista de países y capitales, con sus gentilicios. 

En dicha lista, en los nombres de países que pueden usarse precedidos de artículo, este aparece entre paréntesis detrás del topónimo.

Dibujo de: Cláudia Salgueiro, tomada del blog Silêncios Abstractos
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador

viernes, 23 de agosto de 2013

¿Coincidieron en... o coincidieron con...?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
Las dos construcciones son válidas y se pueden emplear según el contexto. Veamos cómo funciona esto.

Cuando dos o más situaciones suceden al mismo tiempo o cuando una cosa se ajusta con otra se emplea «coincidir con»: Tu visita al Ecuador coincide con las fiestas de Guayaquil. El botón coincide con el ojal que hiciste. El argumento de la defensa coincide con las pruebas

Se puede usar «coincidir con» o «coincidir en» para indicar que se está de acuerdo con los pareceres o actitudes de otra persona: Siempre coincido con tus críticas, con tus gustos y con tus silencios.

«Coincidir en», asimismo, va en frases que indican que dos o más personas se encuentran de manera casual: Sin proponérnoslo, ayer coincidimos en el concierto de la música del recuerdo.

Dependiendo de las intenciones comunicativas, es posible también el uso de «coincidir en» y «coincidir con» en frases que transmitan contrariedad o negación. De ahí que se puede decir, por ejemplo, «no coincido con tus críticas» o «el botón es muy grande, no coincide en el ojal que hiciste».

¿COINCIDIR EN QUE O CON QUE?
Ambas fórmulas son factibles y, además, las secuencias en/con + que son obligadas en las oraciones subordinadas sustantivas, pues si se omiten las preposiciones (en y con) las frases quedan con el problema denominado queísmo.

Se usan con los significados que se explicaron en los párrafos que anteceden. Ejemplo: Los periodistas coincidieron en que los políticos no toleran las críticas. En este caso es preferible el uso de en + que.

«Te iré a ver» equivale a «te iré a recoger»
«Ir a ver» en sentido estricto significa 'ir a observar o mirar a alguien o algo'; pero en el Ecuador se usa para denotar que se irá a recoger a alguien. Se emplea en expresiones como «espérame que yo iré a verte» o «yo te paso viendo». Y así como estas frases, hay otras que se usan en este país con una estructura especial o un significado diferente al original. Por ejemplo, suele decirse «se fue a volver» para manifestar que la persona de que se trata se fue pero volverá pronto; con «no te puedo ver» no se indica que el emisor del mensaje está ciego, sino que el interlocutor le resulta antipático; «pegarse un brinco hasta un lugar» no denota que alguien va a saltar, p. ej., desde su casa para caer en otro sitio, sino que se pasará por ese lugar.

Estos usos no son comunes a todo el grupo de hispanohablantes, pero no deben censurarse pues son normales en determinado país o región.

Concienciar y concientizar
Estos infinitivos se usan para denotar que una persona hace conciencia sobre algún asunto. No se recomiendan concienzar y conciencizar, que eventualmente se emplean en los medios de difusión. Concienciación y concientización son los sustantivos correspondientes.

FUENTES: DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA Y NUEVA GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA; DICCIONARIO CLAVE.
Pintura de: Vern Schwarz, tomada del blog Vern Schwarz Art 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador

martes, 20 de agosto de 2013

El Ecuador…

Gazapos y tropezones
Manuel Corrales Pascual
De la Academia Ecuatoriana de la Lengua
¿Cómo se debe decir y escribir: ECUADOR o EL ECUADOR? Lo mismo se puede plantear con respecto al nombre oficial de otros países: ¿PERÚ o EL PERÚ?; ¿ARGENTINA o LA ARGENTINA?; ¿INDIA o LA INDIA? 

Ya respondí a la consulta de un amable lector hace tiempísimos. Pero, como suele suceder en las cosas del idioma, el planteamiento de los problemas se reitera una y otra vez, y una y otra vez hay que atender a las inquietudes de los hablantes. Volvamos, pues, sobre este interesante asunto.

Nos responden los académicos: "Muchos nombres de países pueden usarse opcionalmente precedidos de artículo: (el) Canadá, (los) Estados Unidos, (la) India, (el) Líbano, (el) Perú, etc., siendo diferente en cada caso la preferencia mayoritaria por una u otra opción. En estos topónimos el artículo no forma parte del nombre propio, por lo que se escribe con minúscula y se amalgama con las preposiciones a y de dando lugar a las contracciones al y del: Nunca he estado en la India / Nunca he estado en India. Viajó al Canadá /Viajó a Canadá. Vengo del Perú/ Vengo de Perú".

Observemos con atención un par de características importantes: en primer lugar, nos dicen los expertos que el uso del artículo delante de estos topónimos (nombres de lugares; en este caso, de países) es OPCIONAL. 

Es decir: que tan correcto es decir y escribir los nombres de estos países con artículo que sin artículo. En segundo lugar, nos indican que el artículo NO forma parte del nombre propio, por lo que se escribe con minúscula.

En tercer lugar, que si al artículo le preceden las preposiciones A o DE, se producen las contracciones AL y DEL (pero con minúsculas. Aquí las he puesto con mayúsculas para llamar la atención sobre tales grafías).
Dibujo de: Stephen Gardner, tomada del blog SKETCH OF THE DAY
Texto tomado de: Gazapos y tropezones Diario hoy.com.ec
Quito, Ecuador

sábado, 17 de agosto de 2013

¿Por qué se emplea «falencia» con el sentido de falla o error?

La Esquina del Idioma
Piedad Villavicencio Bellolio
La voz falencia pasó al castellano a través del latín fallens fallentis ('engañador' o 'el que engaña'). 

En 1732 ingresó al Diccionario con el significado de 'poca seguridad de la subsistencia de lo que se asegura o discurre'.

En 1791 se publicó con la acepción de 'engaño o error que se padece en asegurar alguna cosa'.

En 1925 se empezó a usar en el ámbito comercial como equivalente de 'quiebra'.

En 1989 se incorporaron los significados de 'carencia' y 'defecto', como aplicados en la Argentina.

El sentido que debería predominar es el de 'engaño o error', pues se relaciona con la etimología de falencia; pero, paralelamente a esta significación, en la última publicación del DRAE (2001) consta que en América Meridional y en Nicaragua se usa en contextos jurídicos con la equivalencia de 'quiebra de un comerciante'.

Asimismo, se indica que en la Argentina y el Perú equivale a 'carencia' (falta o privación).

El Diccionario de americanismos (2010) registra este término con las acepciones de 'carencia o privación de algo', 'falla en el funcionamiento de un dispositivo o de una organización' y 'quiebra de un comercio o de una institución'.

Y aunque no está asentado en el diccionario académico, en el Ecuador se usa indistintamente con las denotaciones de 'engaño, error, falla, defecto, falta o carencia'.

La primera acepción de falencia y el uso regional del Ecuador dan la facultad para usar esta voz con los sentidos de 'falla o error'.

Del italiano bazzoffia (mezcla desagradable) surgió bazofia (basura)
Bazofia ingresó al Diccionario en 1803 con los significados de 'las heces, desechos o sobras de comidas mezcladas unas con otras', 'cualquier cosa soez, sucia y despreciable'.

Se emplea de manera apropiada en frases referidas a personas, asuntos o cosas despreciables.

En sí, bazofia es todo aquello que resulta repugnante, asqueroso, desagradable o de mala calidad.

Por ejemplo, con «tú eres una bazofia» se indica que la persona aludida tiene comportamientos deshonrosos o su apariencia es sucia o descuidada. «Saca la bazofia», dependiendo del contexto, exhorta a que el receptor del mensaje bote la basura o los desechos, separe de un grupo a los individuos de conducta dudosa, erradique actitudes ruines, etcétera.

Sinónimos: bodrio, sobras, sambumbia, basura, desperdicios, residuos, comistrajo, restos, desecho, despojos, heces, frangollo.

Etimología: Procede del italiano bazzoffia, que significa 'sopa o mezcla poco apetecible'.

FUENTES: DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA (2001), DICCIONARIO DE AMERICANISMOS (2010) Y NUEVO TESORO LEXICOGRÁFICO DE LA LENGUA ESPAÑOLA, DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y LA ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA; DICCIONARIO CLAVE.
Pintura de: Vern Schwarz, tomada del blog Vern Schwarz Art 
Texto tomado de: La Esquina del Idioma Diario eluniverso.com
Guayaquil, Ecuador
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